Ya te conocía cuando me convulsionaba dentro de un armario. Sabía de tu existencia cuando solo había oscuridad a mi alrededor. Pero solo cuando la valentia venció al miedo te tuve en mis manos por primera vez. Nunca lo olvidaré. Volviendo de fiesta con una amiga a la que tuve que pedirle prestado para poder comprarte, apenas unos meses después de comenzar a aceptarme tal y como era. Fué el principio de un largo camino en el que no dejaste de sorprenderme, de informarme como nadia podria hacerlo, pero sobretodo de darme esperanzas hacia un futuro que, por primera vez se vislumbraba optimista. Me hablabas de temas que, a pesar de verlos lejanos por mi juventud y situación geográfica, sentia muy cercanos y que tarde o temprano iba a vivir en mis propias carnes. Fue un tiempo maravilloso de crecimiento y apendizaje sin el cual hoy no sería la misma persona. Tras varios años siendo tu más fiel lector mi vida cambió. Salí de mi isla a miles de kilómetros de donde se desarrollaba todo aquello que anhelaba para llegar a la ciudad donde mis sueños se cumplirían. Mis espectativas no fueron como yo esperaba, pero por primera vez pude sentir todo aquello que, años atrás leia en tus páginas. Entonces llegó el momento de recorrer dicho camino solo. Tu me diste los mecanismos para enfrentarme a esta vida tan complicada que mi orientación sexual me obligó a tener y pude continuar con la mirada alta, satisfecho con quien soy y sin que nadie ni nada pudieran nunca más menospreciarme por quien realmente era...
Y hoy, tras varios años sin ti me doy cuenta por un comunicado que desapareces. Después de mucho tiempo sin apenas pensar en Ti las lágrimas han recorrido mi rostro al saber la noticia y solo puedo sentir gratitud por todo lo que me has dado. Aunque también mucha pena, al saber que nunca más podrás ayudar a tantos jóvenes que hoy en día se encuentran en la misma situación que yo hace más de 5 años. Supongo que es lo que toca, que nada dura para siempre y que este día llegaría. Lo que no esperaba es que fuera tan pronto, por una causa tan inevitable como una crisis económica. Supongo que la realidad es dura y, a pesar del trabajo tan importante que se expresaba entre tus páginas nada puede continuar si no es por el dinero.
Así que, con una sonrisa puesta en el pasado, en todos aquellos momentos que pasamos juntos en casa, aeropuertos, países y tantos lugares en los que te tuve entre mis manos me despido de Ti.
HASTA SIEMPRE ZERO!!
