Este, sin duda, ha sido un año totalmente inesperado. Da igual como lo entres, los deseos o proyectos que tengas. A veces la vida desea imponerse ante todo y darte una bofetada de realidad...
Haciendo balance general, no puedo engañarme, ha sido un mal año. Doce meses en los que por primera vez en mucho tiempo he sufrido de verdad, he sentido la soledad, he tenido que afrontar cambios amargos sin que nada esté en mi mano para evitarlos. Un año en el que he tenido que crecer por la fuerza, en el que me he dado cuenta del paso del tiempo y de como la nostalgia puede doler hasta niveles insospechados. Un camino que me conduce hacia la verdadera madurez, la cual puede ser dolorosa, pero al fin y al cabo inevitable.
Sin embargo todo ocurre por algo. Y digamos que todas estas piedras, todos estos aparentes obstáculos se encuentran en el camino por una razón. Y sin duda, todos ellos han conseguido su objetivo. ¿Cuál? El convertirme en una persona más fuerte, una persona con los pies en la Tierra. ¿Más escéptico? ¿Menos alegre? Puede ser... quizás convertirse en un verdadero adulto supone perder parte de la ilusión, parte de la magia que rodea a toda época de juventud. Pero, aún así, sigo teniendo esa luz en mi interior. Esa luz que me dice que no debo perder del todo la esperanza. Que pase lo que pase, vengan obstáculos, terremotos o tormentas yo seguiré en pie, con la cabeza alta, sonriendo y siempre en la búsqueda de aquello que cada uno de nosotros anhelamos: Nuestra FELICIDAD
Como cada año aquí me encuentro, frente a esta pantalla, haciendo balance de lo que ha sido este 2012 cuando apenas le faltan horas para que acabe. ¿Le pido algo al 2013? A pesar de lo deseoso que estoy de que empiece, esta vez no lo haré. ¿Por qué? Después de un mal año, es difícil que el siguiente sea peor. Así que solo puedo esperar lo mejor y seguir recordando aquello que me ha llevado hasta aqui:
Easy doesn't make you grow
Cuándo una imagen puede resumir todo un año
By: HIM
