martes, 28 de julio de 2015

Black&White

Son muchas las instantáneas de mi pasado. Todas me remiten a multitud de recuerdos que configuran mi historia. Una historia plagada de subidas y bajadas, de alegrías y penas, de inocencia y aprendizaje... una historia que aún está en proceso de escribirse, que aún no tiene un final concreto. Pero los años pasan, la carga se vuelve más pesada y, por primera vez el cansancio le puede a la esperanza. Siempre quise ver la vida en colores. Incluso en los malos momentos donde solo había una escala de grises confiaba en vislumbrar el arco iris tras la tormenta. Sin embargo en este momento todos esos buenos y malos recuerdos son solo cosa del Pasado. Y el Pasado siempre será en blanco y negro...



2008


2008


2008


2008


2009


2010


2010


2011


2011


2011


2011


2011


2012


2012


2012


2013


2013


2014




1987



"When I walk in your shoes I understand a man confuse.
There must have been, but I don't care
I feel the way your soul does there
(...)
& I know you, you're so frustrated
Above we all become what we once hated
Be slight, nobody can be that wise
(...)
I can`t help you if you don't help yourself"




sábado, 25 de julio de 2015

Perception

Al final todo se reduce a la percepción en Presente. Porque a veces los juegos solo están en la mente de uno...
Así que me quedo con eso...ahora en Presente estoy bien, muy bien. :)


martes, 21 de julio de 2015

Up&Downs

Sin duda alguna Junio, mes que marca el ecuador del año, ha sido el verdadero agujero negro de este 2015. De repente todo lo malo se juntó en el mismo espacio temporal y una gran fuerza gravitatoria quiso hundirme hasta niveles insospechados...

Allá por principios de Mayo mi compañero de piso me dijo que se iba con dos meses de antelación, cuando ni siquiera estábamos cerca de cumplir el año en el mismo (y yo aún pagando los préstamos en los que me metí por decidir irme con él). Me vi de repente en una situación parecida a la que me obligó en un principio a irme del Raval, otra odisea de búsqueda de compañero para una casa que no era precisamente asequible. Así que tras mucho reflexionar tomé la decisión de que lo mejor que podía hacer era irme yo también y buscar una habitación en la que meterme, olvidándome así de las obligaciones y problemas que conlleva ser el responsable de un piso en alquiler. No fue una decisión sencilla. Después de casi 5 años ocupando pisos sin amueblar (la cocina, los muebles del salón y habitación, todo era mío) suponía dejar atrás todo lo acumulado, liberarme del exceso de equipaje y quedarme con lo justo. Por suerte pronto apareció una luz de esperanza justo a principios de Junio y un amigo me ofreció irme a vivir con él ya que justo buscaba compañero en mis mismas fechas, en una casa que cumplía con mis requisitos y a apenas 5 minutos de donde estaba viviendo ahora en la zona Sant Antoni. Sin embargo, antes de poder ir a verla tuve un problema en el pie que me obligó a cogerme la baja durante semana y media y estar encerrado en casa. No podía haber peor momento para que me pasara algo así, pero me lo tomé con filosofía ya que mi principal problema tenía ya una aparente solución...cuando lo peor estaba aún por llegar. Ya recuperado pude por fin fijar un día para ir a verla y terminar de cerrar todo el proceso. Fue ahí cuando de repente el que iba a ser mi nuevo compañero me confiesa que justo en esos días había encontrado un piso para comprar en propiedad y que se mudaría allí definitivamente sobre octubre-noviembre. ¿Qué suponía esto si al final me iba con él? Dos opciones: Irme del piso a otro cuando él se fuera o quedarme, poner mi nombre en el contrato y asumir todas las responsabilidades (de nuevo) de un piso que tras su marcha habría que amueblar del todo. Tuve que digerir esta información el 18 de Junio, cuando apenas faltaban 15 días para dejar la otra casa, en medio de la época de exámenes, pasando por un momento laboral bastante estresante previo a las rebajas y con una precariedad económica tan acusada que limitaba aún más cualquier tipo de decisión que pudiera tomar al respecto. De repente me faltaba el aire, de repente todo se puso negro mientras una fuerza gravitatoria me arrastraba a lo más profundo dejándome en un estado casi inerte que muy pocas veces en el pasado he alcanzado. Intenté buscar alternativas, buscar otras habitaciones, otros compañeros a ver si por casualidad el ideal que buscaba aún no había aparecido. Pero nada me convencía y el tiempo seguía corriendo en mi contra. Así que tras mucho dilucidar, tras mucho reflexionar tomé la decisión de irme a casa de mi amigo y utilizar los meses que allí estaría en buscar algo realmente bueno. Al menos hasta otoño tendría casa. No era la opción más idónea pero dadas mis circunstancias era la única válida si no quería quedarme en la calle. Así que tras esto dio comienzo la verdadera ODISEA. Tenía que dejar mi piso el día 1 de Julio pero no podía entrar al nuevo hasta el día 15 que era cuando se iba el otro compañero (en el fondo me venía bien ya que así solo pagaba medio mes de alquiler) Por suerte hablé con Mario y muy gustosamente aceptó acogerme en su casa durante esos 15 días. Muy poco a poco parecía que las cosas iban a salir, así que me tranquilicé y utilicé el poco tiempo libre que tenía en empezar a vaciar el piso, vender lo que podía y donar todo aquello susceptible a ser aprovechable. Tras esto empezó un agotador primer traslado de mis cosas a casa de Mario cuando justo empezaban las características altas temperaturas estivales de Barcelona. Fueron unos días duros, intensos en los que tuve que sacar fuerzas de la nada para poder afrontarlo todo. Pero por fin el día 3 de Julio este primer traslado finalizó. Y así comenzaron unos días en los que por primera vez en mucho tiempo pude sentir un pequeño esbozo de alegría. ¿Por qué? Digamos que durante los meses que pasé en mi anterior piso he estado más solo que nunca. Mi relación con mi compañero era más bien casual o nula, pasando casi la totalidad de mi tiempo en casa encerrado en mi cuarto. Sin embargo en casa de Mario pude volver a sentir lo que suponía vivir con un amigo de verdadera confianza, me hizo recordar lo que suponía vivir en "familia" haciendo vida colectiva con tu/s compañer@/s como aquellos buenos primeros años en el Raval. A pesar de estar ocupando su espacio y de ser esa pequeña molestia que siempre supone un huésped, Mario supo cuidarme como nadie y me hizo sentir en todo momento tranquilo y sereno. Como dije antes, esos primeros días tras mi marcha del piso fueron los primeros en los que pude esbozar una sincera sonrisa en varias ocasiones. 

Por fin había pasado lo peor. Por fin había terminado el peor Junio de mi historia, un mes que por otro lado solía ser normalmente el más divertido, el más "fuerte" del año. Como es normal y después de un mes en el que no me había podido permitir prácticamente nada mis ganas de fiesta eran bien altas. Parece que el destino también se fijó en ello y decidió alinear todos los elementos para que se diera un fin de semana casi perfecto en el que yo librara viernes, sábado y lunes y coincidiendo con la celebración del cumpleaños de Mario. Así que el segundo fin de semana de Julio pusimos toda la carne en el asador y lo celebramos por todo lo alto. Bien de PopAir, chill legendario en casa de Mario y Pool Party sorpresa. Pero lo mejor llegó el domingo. Ese día tenía planeado una salida al Piknic Electronik con mis compañeros de trabajo. A pesar del cansancio y la resaca del viernes-sabado saqué fuerzas y subimos. Ya allí arriba una nueva compañera de la tienda me presenta a un chico. Y en medio de la locura colectiva ¡BOOM! Flechazo instantáneo por ambas partes. Ese día acabamos juntos...y de manera sorprendentemente orgánica nos fuimos viendo cada día de la semana siguiente. Fue extraño, intenso...pero había una conexión física tan fuerte y tanto interés por su parte hacia mí que me dejé llevar. Hacía tiempo que no me sentía tan deseado, que no conectaba así con nadie en la cama. Así que, a pesar de que tenía que empezar con el segundo traslado de mis cosas a mi nueva casa, decidí posponerlo un poco por disfrutar de esta nueva compañía que había aparecido de repente. Obviamente me dejé llevar pero siempre poniendo unos límites. Conociendo mi tendencia al enganche cuando surge una conexión física tan intensa utilicé mi parte racional para convencerme de que lo mejor que podría salir de aquí era tener un buen "follamigo" para este verano. Una opción muchísimo mejor que la que se ha estado presentando en los últimos tiempos con mi intermitente y cada vez más ausente vida sexual. Realmente me convencí de ello y lo vi como una opción verdaderamente plausible. Sin embargo uno nunca llega a conocer del todo a las personas y lo que un día puede ser blanco al día siguiente puede tornarse en el más oscuro de los negros. Me explico... tras pasarnos cuatro días seguidos viéndonos, durmiendo juntos, follando, pasándolo realmente bien y sin que se diera absolutamente ninguna señal contradictoria por su parte, de repente el viernes pasado me cancela el plan que teníamos. Ok, no me importa, pueden surgir cosas. Pasa el fin de semana y me cancela un segundo plan, así que supuestamente pasaríamos este lunes juntos. El lunes hablamos y sin comentarme nada del plan me deja caer que está absolutamente rendido del trabajo, lo que yo (ya cansado y escéptico) interpreto como una tercera cancelación. No he querido mostrar enfado, no he querido ponerme borde con él a pesar de que su comportamiento incoherente me daría toda la justificación para hacerlo. Viendo el panorama le he dicho que ya cuando le apetezca que me avise. Yo ya no haré más movimientos. La pelota está en su campo en un juego que ya estoy muy cansado de jugar. No es el amor de mi vida (ni siquiera es un amor) pero me molesta mucho cuando las personas no tienen la valentía de afrontar las cosas con sinceridad. ¿No quieres quedar más conmigo?¿No te apetece que nos veamos tanto? HABLÉMOSLO, somos personas adultas, nos acabamos de conocer y es cierto que todo empezó muy rápido e intenso. Pero no marees, no me des a pensar que te encanto cuando luego me cancelas los planes que TÚ me has ofrecido. Ya tengo una edad, unas prioridades y unas ideas sobre como quiero que sea mi vida y de quien quiero rodearme. Y sinceramente estoy ya de vuelta y media de historias como ésta y juegos infantiles. No lo voy a negar, estoy MUY molesto. Me cuesta bastante encontrar y conocer personas con las que a priori pueda dejarme llevar tanto como lo he hecho con él. Y que algo vaya tan bien para que luego de un drástico giro de 180º me desconcierta, me frustra y me hace perder (aún más si cabe) las ganas de confiar en las personas.

Aquí estoy, en mi nuevo piso, haciendo balance de estos dos últimos meses, escribiendo la que puede ser una de mis entradas más largas. ¿Cómo me siento? Aún no lo se, estos subidones y bajones tan bruscos no me dejan pensar con claridad, serenidad y objetividad. Así que, como siempre, solo me queda la eterna incertidumbre, la gran pregunta: ¿hasta cuándo va a durar todo esto?

Estabilidad ¿dónde te quedaste?