Y de repente mi cuerpo y mi mente dijeron BASTA. Y todo se detuvo, por voluntad propia. Demasiada velocidad, demasiada intensidad, todo vivido de manera extrema en un momento en el que yo no estaba aún curado...
Tanto el final de Junio como este principio de Julio han sido una verdadera hecatombe. Cuando aún no me había recuperado del mes de Junio llegó Mario, en medio de un caos dentro del piso...sabiendo que tarde o temprano la chispa de una gran bomba se encendería. Han sido dias increíbles con él, llevados al máximo como es costumbre en nosotros, al mismo tiempo que yo curraba más que nunca debido a que era la semana de rebajas. Y tras una sucesión de largos dias apenas sin dormir, algo en mi interior explotó. De repente me desplomé, como todo mi alrededor. Parecía que la onda expansiva lo había derribado todo. Pero, efectivamente no era así. La onda expansiva apenas afectó a nadie. El más perjudicado fuí yo...al fin y al cabo la verdadera explosión ocurrió en mi interior. Así que tomé una decisión. Mantenerme alejado por un tiempo. Creo que ha sido demasiado. Es lo mejor. Necesito pensar. Necesito resetear. Necesito pasar tiempo conmigo mismo, con el mar, con el Sol, y con una GRAN amiga que, a pesar de todo SIEMPRE está ahí.
Volveré renovado, mejorado y, lo mejor de todo, volviendo a ser YO MISMO.
Ha sido duro, pero...¡qué camino! :)
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