lunes, 21 de febrero de 2022

Un Golpe de Suerte

 Empecé en el nuevo trabajo un 11 de Enero junto con 45 personas más. Se trata de una empresa holandesa en plena expansión que por primera vez hacía un movimiento tan arriesgado de contratación masiva de nuevos trabajadores. Así que tras apenas dos días de formación nos incorporamos al turno de noche. Ya desde el principio congenié con varios compañeros y se notaba que el sentimiento generalizado era bastante positivo. Al fin y al cabo todos compartíamos la opinión de que este puesto era una verdadera oportunidad profesional en muchos sentidos y todos queríamos hacerlo muy bien. Así que de manera orgánica ya desde el principio se empezó a generar una dinámica de “equipo” en la que verdaderamente nos ayudábamos entre todos los nuevos compañeros en vez de “competir” por ver quien es el mejor. Y empecé a caer en la cuenta de que no recordaba la última vez que había estado en un entorno laboral tan aparentemente sano y constructivo…

Durante las dos primeras semanas fui asumiendo y aplicando los nuevos conocimientos de manera cada vez más efectiva mientras mi confianza y mi optimismo iban en aumento. Al fin y al cabo, todo parecía estar yendo a mi favor y la seguridad de que efectivamente este trabajo era perfecto para mi y mis aptitudes se hacía cada vez más patente.

Sin embargo ya a finales de Enero tuve que enfrentarme a una posible realidad que podría ir en mi contra si acababa por darse dicho escenario. Me explico. Este turno de noche al que hemos entrado estas 45 personas se ha creado específicamente para nosotros como prueba para comprobar si es necesario, si verdaderamente hay tanto volumen de trabajo que justifique este nuevo turno. Y claro, es un factor que nosotros no podemos controlar por muy “bien” que hagamos nuestro trabajo. Y como nuestro contrato es solo por 3 meses con posibilidad de renovación, se puede dar la situación de que, una vez pasado ese tiempo desde la empresa decidan quedarse con menos trabajadores de los que esperaban en un principio (o en el peor de los casos que eliminen por completo el turno de noche) Al darse varios dias en los que cada vez había menos volumen de trabajo se empezó a atisbar un cierto sentimiento de inseguridad al respecto. También porque hasta que no pasara más tiempo tampoco sabríamos nada. Así que, a pesar de ello continué aplicándome y haciendo las cosas lo mejor posible. Al fin y al cabo trabajamos con métricas que son el indicador de tu rendimiento y progreso general. Y yo estaba muy enfocado en “demostrar” que merecía la pena mantenerme en este trabajo. Y parece ser que dicha actitud finalmente tuvo su recompensa…

A principios de Febrero me informan de que yo y otros 9 compañeros hemos sido seleccionados para ser formados como “investigadores”, un tipo de trabajo mucho más profundo y exhaustivo para combatir el fraude financiero. En ningún momento nos explicaron el criterio seguido para nuestra selección, pero ya desde el principio la Team Leader que nos lo comunicó hizo mucho hincapié en la importancia y el valor de que nos hubieran seleccionado para esto en concreto ya que, según nos contó había trabajadores con más de uno y dos años en la empresa que lo habían solicitado y aún no habían podido hacerlo. Como una manera tácita de indicarnos que de los 45, nosotros 10 reuníamos las cualidades más aptas para este trabajo (algo que hacía cada vez más segura la posibilidad de renovación de contrato tras los primeros 3 meses) 

Han sido dos semanas de formación y preparación que finalizaron este sábado con un examen práctico final que una vez aprobado ya te convertía oficialmente en investigador. ¡Y los 10 lo aprobamos! Obviamente la alegria y la tranquilidad se apoderó de todos nosotros. Yo por mi parte decidí que era un momento idóneo para hacer balance interno de este primer mes y medio en la empresa. Y tras hacer un análisis profundo de todo comprobé lo que llevaba tiempo sospechando pero no me atrevía a creer o aceptar por mis experiencias pasadas. Y es que, por primera vez en muchísimos años TODO ME VA BIEN. 

Estoy en un trabajo en el que todo lo “prometido” es cierto: las condiciones económicas y de extras, las comodidades físicas de la oficina en sí, el ambiente de compañerismo y verdadera colaboración entre nosotros, la profesionalidad de mis jefes y su sincero interés por ayudarnos a mejorar en nuestro trabajo, la medición de nuestro rendimiento y la calidad de nuestro trabajo a través de datos objetivos y medibles, un entorno diverso e inclusivo en el que puedes ser tu mismo. Por otro lado el trabajo no solo se me da bien sino que he de admitir que me gusta! Las jornadas se me pasan volando y en todo este tiempo no he sentido estrés o ansiedad en ningún momento por tener que ir a trabajar. Y para coronar todo esto, tengo un nuevo puesto que en cierta medida me “asegura” mi permanencia en la empresa.

Aún me cuesta creerme todo esto. Todavía sigo abrumado ante tantas cosas buenas. Al fin y al cabo han sido muchos años no llegando nunca a remontar del todo y en cierta media ya había asumido que no me iba a surgir una oportunidad como esta nunca más. Y sin embargo aqui estamos, recogiendo los frutos de mi trabajo tras el mayor Golpe de Suerte de mi historia.

Y ya solo por esto puedo afirmarlo sin miedo a equivocarme:

SOY FELIZ

:)




No hay comentarios: